Estimadas seguidoras, a partir de esta semana publicaremos en cuatro partes un texto original titulado
Relato de verano. De este modo, podréis seguir cada semana la nueva entrega del relato hasta llegar al final, donde cobrará sentido su relación con el
patchwork.
Las ilustraciones que acompañan cada fragmento de texto son obras del artista Quim Domene (Olot, 1948).
|
Babel |
Dicen
que el pasado forma las personas y que junto con sus recuerdos crea la
personalidad del individuo. Somos, desde que nacemos o incluso antes, si
hacemos caso de las teorías
gené́ticas, un bloque de plastilina sobre el que van
actuando, a lo largo del tiempo, agentes externos que lo modelan y muestran lo
que somos hasta el momento presente. Poco a poco, desde nuestra más tierna infancia avanzamos por un camino que
desconocemos. Un camino con márgenes a veces placenteros, a menudo inhóspitos. Una hendidura aquí́, una incisión allí́, una marca profunda más allá́...
A Sara, cuando tenía unos
diez años, un grupo de chiquillos la acorraló en el hueco de una escalera. No se acuerda de cuá́ntos eran; muchos, le parecieron. La toquetearon y
todos, uno tras otro, le pidieron un beso, le lamieron la cara con la lengua,
la cogieron del cabello y la inmovilizaron para que se estuviera quieta. Por
fortuna, alguien se dio cuenta de lo que ocurría y fue en ayuda de la niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario